Refugio en la Tormenta

Muy pronto una tormenta que vendrá sobre todo el mundo. Y Dios quiere que tú estés preparado para enfrentarla. Los recientes eventos que pasaron en Septiembre 11, 2001 destrozó nuestros sueños de continua paz terrenal y prosperidad y nos enseñó que ésta tormenta ha empezando . Muchas personas temen de otro ataque mayor que tomará lugar, y muchos temen que Ántrax, viruela, u otras enfermedades mortales que vendrán cerca a nuestros hogares, y atacarán nuestros amigos, familias y aún a ellos. Muchos están buscando respuestas de cómo protegerse.

Jesús, en su amor y misericordia, nos ha amonestado sobre los eventos que pasarían antes de sus segunda venida, y nos ha dado instrucciones para estar preparado para esta crisis. En el capítulo 24 de Mateo él dice:

“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:6-14)

Mi amigo, Jesús sabía lo que iba a venir a este mundo, y sus palabras están siendo cumplidas ante nuestros ojos. Todavía estamos en el principio de todas estas cosas, pues Jesús dijo, esto es principio de dolores.” Estamos escuchando de guerras, y rumores de guerras. Estamos comenzando a ver nación contra nación y reino contra reino. Hay hambre, pestilencia y terremotos que están aumentando más rápido en números. Jesús nos manda: “No te turbes porque todas esas cosas tienen que pasar pero el fin no es aún”. El dijo, “entonces os entregaran para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.”

El Odio del Mundo

Una cosa que me sorprende después de Septiembre 11 es lo rápido que el odio del mundo se dirigiera contra un grupo de personas. Al principio el odio estaba contra los Musulmanes en general. Varias mezquitas fueron destrozadas, y algunos Musulmanes fueron golpeados. Después, el odio fue dirigido a un grupo pequeño de fanáticos de la religión Musulmana. Sin embargo, esto no será todo el odio en el mundo. Jesús nos amonesta que sus verdaderos seguidores serán “aborrecidos por todas las naciones.” Pero, ¿Cómo puede ser esto? Hoy parece casi absurdo decir que el mundo va a girar su odio contra el pueblo fiel de Dios, pero eso es exactamente lo que Jesús dijo que pasaría.

Todos hemos escuchado sobre la marca de la bestia y el anticristo, pero muchos de nosotros no estamos dispuesto a pensar y meditar en este tema. Nosotros pensamos que esto pasará en algún tiempo en el futuro. Así no tenemos que preocuparnos por esto. Bueno amigo,  por lo que parece el tiempo de prueba pronto estará sobre nosotros. ¿Qué vamos hacer?

Dios nos ha amonestado, “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;” (Apocalipsis 14:9-10) esto es una amonestación severa. Pero el mismo tiempo Dios nos da remedio. Él dice: “diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” (Apocalipsis 14:7). Para estar salvo de la crisis que viene, nosotros debemos temed, dadle honra, y dar gloria al verdadero Dios del cielo.

El Amparo Que Nosotros Necesitamos

El Salmo 91 fue escrito especialmente para ti y para mí, para enfrentar estos tiempos de la historia de este mundo. Y dice: “El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora.… Escudo y adarga es su verdad. No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día; Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra: Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la recompensa de los impíos. Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues que a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.… Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé: Con él estaré yo en la angustia: Lo libraré, y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación. (Salmos 91:1-16)

Es un privilegio para cada Cristiano el saber este Salmo de memoria, para ayudarnos a nosotros a ser victoriosos en los tiempos que se acercan. Quiero que notes específicamente unas cuantas cosas en este Salmo. Dice que nosotros estaremos salvo si nosotros moramos en el lugar secreto del Altísimo, si nosotros hacemos “Su verdad” nuestro “escudo y adarga” si confiamos en Su protección, y si pusimos nuestro amor en Él, ésta es la única manera que estaremos salvos en la crisis que viene.

¿Qué quiere decir el que habita al abrigo del Altísimo? Debemos buscar una cueva retirada y secreta y vivir allí? No! Nosotros debemos morar en su sitio secreto, teniendo una relación personal con Él. Nosotros también tenemos que establecer nuestro amor hacia Él y fortalecer nuestras mentes con Su verdad. En orden de tener una relación mas cerca y personal con El Altísimo y tener nuestro amor y afecciones establecidas en Él, nosotros primeramente tenemos que conocerle a Él en verdad. Nosotros tenemos que conocer quién es El Altísimo, y tenemos que saber cómo es Él. ¿Acaso Él no te ama a ti? ¿Acaso Él no esta interesado por tu bienestar? Antes que podamos nosotros amar a Dios tenemos que primeramente ver Su amor por nosotros. “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. ” (1 Juan 4:19)

El Amor de Dios

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Cuando Jesús dice “de tal manera amó Dios al mundo” Él estaba diciendo, “esto es cuanto Dios te ama a ti, Él te ama tanto que hizo algo por ti.” Así es como Él Altísimo mostró Su amor por ti, Él dio Su más precioso posesión, Su único Hijo unigénito.

Si Dios ha amado al mundo tanto que Él dio un macho cabrío, tu y yo seriamente cuestionaríamos el amor de Dios por nosotros, porque un macho cabrío fuese un regalo insignificante para Dios para dar, porque es algo que Él creo. Si Dios fuera amar al mundo tanto que dio a un ser humano, que nosotros pensaríamos? Pues que es mejor que un chivo, pero aun es un regalo pequeño, porque los humanos fueron también creados. ¿Y si amó Dios al mundo que dio un ángel? Es un mejor regalo que un humano, pero aun no alcanza a demostrar con cuanto amor Dios nos ama. Tal vez, nuestro entendimiento del amor de Dios depende del valor del regalo que Él nos dio. Es de más valor el regalo que Él nos dio, podemos ver mayor Su amor por nosotros.

Dios dio a Su Hijo unigénito por nosotros. El tiene otros hijos, pero Él tiene un solo Hijo unigénito. Nosotros podemos ser hijos de Dios por adopción (Romanos 8:14), ángeles son hijos de Dios por creación (Job 1:6; 2:1), pero Jesucristo es el único Hijo unigénito de Dios. Que separa a Jesucristo aparte de todos los demás en todo el universo, y es por cual  conocemos el amor de Dios por nosotros, en el mero hecho de que Él fue engendrado.

Dios siendo Padre, sabe por experiencia primera la más valiosa posesión que una persona pueda tener. Él sabe que nada es más valioso que a quien ellos aman. Esto es precisamente donde Dios probó el amor de Abraham y lealtad cuando Él le preguntó a él que ofreciera a su amado hijo, Isaac, en sacrificio. Abraham obedeciendo el mandato de Dios, probó que el amó a Dios con todo su corazón. Probó que él estaba dispuesto voluntariamente a abandonar toda posesión que él tenía por Dios.

El mismo hecho es verdad con Dios. Cuando Él dio a Su Hijo unigénito probó que Él está dispuesto a dar toda posesión , sufrir cualquier dolor, y soportar cualquier sufrimiento en favor de salvar a aquellos que Él ama. Esto es lo que Pablo nos dice: “Él que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32)

Dios verdaderamente nos ama a nosotros, pero este amor sólo puede ser conocido cuando entendemos que Dios dio a Su único Hijo. Esta es la constante meta de Satanás de destruir o borrar, y completamente eliminar esta verdad de las mentes de los hombres. Satanás sabe que los únicos que podrán vencer y que serán victoriosos hasta el fin en las crisis venideras son aquellos que creen que Jesús es el unigénito Hijo de Dios. Juan escribió, “¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1Juan 5:5). Creyendo que Jesús es el unigénito Hijo de Dios nos da la habilidad de vencer al mundo y elevar nuestra percepción hacia el amor de Dios y nos capacita para amarle a Él con todo nuestros corazón, así es como habitamos en el lugar secreto del Altísimo.

Unigénito

¿Qué fue lo que Jesús quiso decir cuando Él dijo que Él fue engendrado? Jesús, hablando acerca de si Mismo, dice: “Antes de los abismos yo fui engendrado; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrado;… Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.” (Proverbios 8:24, 25, 30).

De acuerdo con la Biblia, Jesucristo fue engendrado, que literalmente significa nacido, antes que todas las cosas fueran creadas—mucho antes de que Dios lo enviara al mundo. (Vea Hebreos 1:1-9; Colosenses 1:15; Juan 3:16, 17; 18:37; 1 Juan 4:9). Cómo Él fue engendrado no está para que lo sepamos, pero Dios quiere que nos demos cuenta que Él y Su Hijo tienen una genuina relación de padre e hijo y que no es un acto de teatro.

Pero, Satanás no está contento de que tengamos este conocimiento, por eso él ha buscado, y busca destruir esta verdad del mundo. Satanás está tan dedicado en borrar esta maravillosa verdad de que Dios verdaderamente dio a Su Hijo unigénito de que él ha convencido a los traductores de casi todas las nuevas traducciones, incluyendo la N.I.V.; R.S.V.; N.A.S.B, etc., para borrar la palabra unigénito de Juan 3:16. Investígalo por ti mismo.

Mi amigo, Dios verdaderamente lo que ha dicho es verdad. Él dice que Él dio a Su Hijo unigénito. Si Jesucristo no es el Hijo de Dios antes de que Dios lo enviara al mundo, pues, ¿Qué fue lo que Dios dio? Muchos Cristianos sinceros creen que Jesucristo es exactamente igual, y de la misma edad que el Padre. Si esto fuera verdad, pues todo lo que el Padre dio fue un amigo; un compañero! Si esto es verdad, pues el que nos amó verdaderamente fue Cristo, porque Él es el único que voluntariamente murió por nosotros.

Es verdad que Jesucristo nos ama mucho, y le adoramos y le damos gracias a Él por ese amor. Pero, la Biblia enseña que Dios, el Padre, sufrió tremendamente cuando Su Hijo estaba sufriendo bajo el peso de nuestros pecados. (Compare Salmo 18:4-11 con Mateo 27:45-51). En la historia de Abraham e Isaac es obvio que el padre, Abraham, fue el que sufrió más que Isaac cuando el dió a su hijo amado. Jesús dijo “que el Padre mismo los ama.” (Juan 16:27). Juan escribió “mirad cuál amor nos ha dado el Padre.” (1 Juan 3:1). Nosotros no podemos contemplar el amor del Padre si nosotros no sabemos lo que el dió por nosotros. “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” (1 Juan 4:9 ) Dios, el Padre, tiene un Hijo unigénito quien Él voluntariamente dió para que tu fueras perdonado de tus pecados y vivas eternamente.

Mi amigo, Yo ruego que estés listo para estar firme en las crisis que viene sobre todo el mundo y para que tu puedas recibir el sello de Dios o la marca de la bestia. Se fiel a Dios, mora en el lugar secreto del Altísimo y haz de “Su verdad” tu “escudo de la fe.” Yo ruego que tu conozcas “la anchura, la longitud, la profundidad, y la altura” en el amor de Dios al darnos a Su Hijo unigénito. (Efesios 3:18). Prepárate para encontrarte con el Mesías. “En verdad el Hijo del Hombre va a venir de cierto en la gloria de Su Padre con Sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta.” (Mateo 16:27). Espero que estés preparado es mi oración.